Airbourne – Breakin’ Outta Hell (Sp)

Suelen decir los químicos que cuando se cruzan los elementos idóneos y se ajustan proporciones exactas de un compuesto, es mejor no alterar la fórmula para no ocasionar algún follón. Regla que mantienen a rajatabla los australianos y respetan a pies juntillas, en su afán por superarse en su cada vez más dilatada trayectoria.

Irrumpían hace unos años en el panorama, y se desvelaban como una propuesta de futuro con la que solapar a esas viejas glorias que parecían no tener fin, pero que poco a poco, van estrechando sus límites. Al pelo les viene la comparativa hoy día con sus compatriotas AC/DC que esta semana veían como su carismático bajista Cliff Williams, colgaba las botas y ponía en más dificultades si cabe la continuidad de una banda, que tiene más titulares en el banquillo que en el escenario. El excéntrico Joel O’keeffe, aparece despellejado en  una portada que busca un impacto de primeras y recuerda por sencillez a las iniciales de Iron Maiden, otra de sus múltiples influencias.

Metidos en harina, es inviable hacer mención a los esperados futuros himnos, que harán saltar por los aires las salas donde actúen, como el segundo single que soltaron “Rivalry”, “It’s Never Too Loud For Me” con su grandioso solo, “I’m Going To Hell For This” aportando un devastador riff y un ampuloso coro, o su fastuoso cierre “It’s All For Rock’n’Roll” otra declaración de intenciones con la que sentar cátedra. En otros términos tampoco, faltara un homenaje al cunnilingus en “Down on You” y el cambio de derroteros en “Do Me Like You Do Yourself”. Su primer single y título del disco “Breakin’ Outta Hell” contiene la escapatoria necesaria para todo aquel, que anda pasando días complicados, acumula stress del trabajo o anda hasta arriba de exámenes en la universidad. Una salida para toda la vorágine de la propia vida, que busca oxigenarse con un buen disco de rock. La solidez de una banda que continua con las mismas piezas, aporta su dosis de experiencia y lo pone de manifiesto en las nuevas composiciones.

El patrón de los australianos es inconfundible y funciona a las mil maravillas. Con su nuevo plástico volverán a arrasar, otra vez.

Txema Garay


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