SAINT MAUD (2019)

Duración: 84 minutos
Dirección: Rose Glass
Guion: Rose Glass
Música: Adam Janota Bzowski
Fotografía: Ben Fordesman
Reparto: Morfydd Clark, Jennifer Ehle, Turlough Convery, Lily Knight, Lily Frazer, Faith Edwards, Rosie Samsom
Distribuidora: A24
Género: Terror psicológico

La distribuidora A24 nos trae de nuevo una cinta que puede despertar tantas filias como fobias en el público. No en vano es la productora independiente más prolífica de los últimos años. Se agradece encontrar propuestas arriesgadas y, sin embargo, con una buena distribución en salas, con altos presupuestos, pero alejadas de los convencionalismos y los lugares comunes del cine mainstream. Y sobre todo, siempre es una buena noticia que se de voz a nuevos cineastas con óperas primas que se salen de lo habitual y puedan dar disponer de libertad creativa.


Este es el caso de Saint Maud, impecable primera película dirigida y escrita por Rose Glass, de origen británico que de momento ha sido nominada a 17 categorías de los British Independent Film Awards (BIFA), incluyendo el de mejor película, mejor director y mejor guion. Tendremos que esperar hasta febrero para ver con cuántos galardones se hace finalmente. Se alzó también con el Gran Premio del Festival de Cine Fantástico de Gerardmer.


Maud (Morfydd Clark) es una enfermera de cuidados paliativos a domicilio, que tras un traumático incidente que le marca profundamente, abandona una vida de excesos para convertirse en una devota católica, obsesionada con cumplir lo que considera una misión de Dios y servir a un más alto propósito divino. La trama comienza cuando conoce a su nueva paciente Amanda (Jennifer Ehle); una antigua eminencia de la danza cuyas costumbres Maud intenta reconducir para acercarla a Dios antes de su inminente muerte.  Para ello traspasará los límites de lo profesional y de lo ético, adentrándose en un trastorno paranoide que le hará perder el control de la realidad.


Decir que no es una película de terror al uso que probablemente muchos asistentes a las salas esperarían encontrar tras el visionado del tráiler en el que podemos ver entre otras escenas una levitación a partir de la cual se puede adivinar terror sobrenatural. Esta es una película de terror psicológico 100%. De obsesión, de diálogo interno y lucha entre pulsiones carnales y fanatismo religioso llevado hasta la locura con una protagonista torturada que inevitablemente recuerda a personajes como Carrie White.


Saint Maud funciona. Con un desarrollo lento pero que va ganando ritmo, es una experiencia perturbadora, agobiante y claustrofóbica por momentos sin recurrir a manidos y baratos recursos como los jumpscares. Es fácil involucrarse en la psicosis y el dolor de la protagonista, ejecutada con realista brillantez por Morfydd Clark, y con algunas escenas memorables en las que se busca el dolor místico en forma de desgarrador dolor físico, que tardarán en borrarse de las retinas. Gran trabajo actoral por parte de las dos mujeres que llenan la pantalla con su duelo interpretativo, fotografía y banda sonora también reseñable para esta ópera prima efectiva y bastante redonda de una nueva directora /guionista prometedora.

 

Edurne Visaira Bikandi

 

 

 

 


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